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lunes, 14 de enero de 2013

El fin económico de los Recursos Naturales

Escribe : Ing. Jaime Chávez Rubín de Celis


Recursos, son los elementos que representan la riqueza o la potencia de una nación (Diccionario Larousse). En el convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, parte ll-tierras, artículo 15 (1) los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente. Estos derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y conservación de dichos recursos. Sin embargo (Richards, 2002. Desarrollo sustentable y la industria minera (traducido por V. Maksaev), sostiene que en los países desarrollados sé ha creado la imagen dé la minería como una industria "sucia" y el concepto que el desarrollo sustentable es incompatible con la minería, por lo que habría que eliminarla como actividad económica. El autor argumenta que no es viable restringir la actividad minera en consideración que se predice que la población mundial alcanzará a 9 mil millones para el año 2050, por lo que la minería tiene que expandirse para apoyar el crecimiento de la población. Debe haber un balance entre el impacto ambiental y la capacidad del planeta para acomodar el cambio; en otras palabras no debe dejar de haber labores extractivas.
Sustentabilidad social: Relación de minería con comunidades.- Oportunidades para representantes de comunidades planteen sus puntos de vista en la planificación.- Ambientalistas no siempre protegen los intereses de las comunidades.- Compensación por el uso de la tierra.
Sustentabilidad económica: Antes la única consideración era si el producto minero podía venderse con beneficio económico.- La rentabilidad sigue siendo, con derecho, el objetivo de las empresas mineras, pero deben considerar el aspecto ambiental.- Avances tecnológicos en hidrometalurgia y biotecnológicos no producen emisiones de azufre o ácido y en algunos casos son más baratos.- La reclamación de terrenos explotados puede generar ganancias en usos recreativos, ambientales o industriales.
Sustentabilidad ambiental: Los geólogos son en general naturalistas y preocupados por el medio ambiente.- Las minas modernas y bien manejadas tienen un impacto extremadamente bajo.- La percepción pública es que la minería es una industria sucia.- El impacto parte desde la exploración, explotación y reclamación.- Impacto visual.- Desafío tecnológico: manejo de desechos mineros, relaves, desmontes, aguas industriales.- Autorregulación de la industria.
Barrera para inversión minera: Riesgo ambiental: este constituye una barrera importante para la inversión en minería (apertura y cierre de operaciones).- Las condicionantes ambientales (leyes) impuestas en las últimas décadas en EEUU y Canadá hacen muy difícil, en la actualidad, abrir una nueva mina.- Presión de ambientalistas en contra de la minería y por incremento del reciclaje.-Comunidades locales y derechos indígenas.
Desarrollo sustentable: Lograr las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de generaciones futuras para lograr sus propias necesidades.- Crecimiento económico sin dañar el medio ambiente, ni afectar las necesidades de generaciones futuras.- Es la única alternativa planteada por la Comisión Mundial del Medio Ambiente, al considerar que la producción de bienes en el mundo, en 1987, era siete veces mayor que en 1950.
En el Perú, hay ejemplos de actividad minera limpia, compatible con las actividades agropecuarias y el desarrollo económico. Antamina, cuenta con un sistema de captación hídrica que le permite colectar aguas de lluvia en las partes altas de las cuencas de "Ayash" y "Pampa Moruna" y, luego de su uso y tratamiento, devolverlas hacia la comunidad para diversos fines. Este sistema permite conducir hasta 10 metros cúbicos por segundo durante la época de lluvias y, durante el período de secas o estiaje, Antamina cumple con entregar a la cuenca de "Ayash", 150 litros por segundo, como caudal ecológico. En las instalaciones de Antamina, el 95-97 % del agua se recircula desde la presa de relaves hacia la concentradora, como agua de proceso. Esto evita la contaminación del recurso hídrico para labores de molienda. Tan solo un promedio de 50 litros de agua fresca es empleada para el procesamiento de una tonelada de mineral cobre y zinc. No se extrae agua de pozos, ríos o lagunas, asegurando que los cuerpos hídricos naturales queden íntegramente a disposición de las comunidades. El agua potable para los campamentos y oficinas de la empresa, proviene de un reservorio y es también utilizado para la supresión de polvo en las carreteras y caminos de la mina. El agua tratada sirve para irrigar hasta 174 hectáreas de un bosque cultivado con acacias, eucaliptos, sapotes, paloverdes, huarangos y algarrobos (Revista Agronoticias, marzo 2009).
Ante la pregunta, Perú ¿país agrario o minero?, lo cierto es que el agro y la minería siempre han ido de la mano en nuestro suelo, aunque con distintas prioridades y roles, sea en el incanato, la colonia y la república. Ambas actividades son primarias por constituir, cada una, el primer eslabón de la explotación de los recursos naturales. Pero el agro ha sido, es y será socialmente importante, tanto por responder a la primera necesidad del hombre, cual es la alimentación, como por ser una actividad productiva inagotable; en tanto que la minería es extractiva y, por ende, perecedera. Sin embargo, en los últimos años, la expansión económica ha hecho variar el impacto de la minería en el marco general. Por ejemplo, hay proyectos de inversión mineros para los próximos 10 años por 47,000 millones de dólares. En cambio, no hay nada parecido para el agro. En ese mismo período, el sector agrario podría atraer 8,000 millones de dólares, si se concretara la expectativa de incorporar otras 100,000 hectáreas a la agroexportación o la agroindustria moderna. La participación sectorial en el PBI nacional para el agro, años 1991, 2001 y 2008, es 7.2, 6.8 y 5.9 y, para la minería, 4.0, 4.9 y 10.4, respectivamente. Como es obvio, esto no significa negar que la minería sea, en la actualidad, el sector que genera mayores ingresos monetarios para el país y, en consecuencia, uno de los principales soportes de la modernización (de Perú: ¿País agrario o minero?, Ing. Eco. Juan José Vera del Carpió, Agronoticias, setiembre 2010).
Por otro lado, una nueva crisis alimentaria internacional vuelve a asomarse. Según los expertos, ella sería peor que la de los años 2007 y 2008, porque las causas que entonces generaron la disparada de precios se han agravado, ahora por el mayor impacto del calentamiento global y los cambios climáticos sobre los sistemas de producción (inundaciones, sequías, heladas extremas, por ejemplo), así como por el creciente proceso de concentración de tierras a favor de monocultivos industriales en la costa y, caso irónico, se importan alimentos por alrededor del 37 y 40 %, constituyendo un atentado a la seguridad alimentaria. Entonces, ¿Por qué no utilizar la minería para desarrollar el agro? ¿Cuál es la propuesta alternativa ante la no explotación de los recursos mineros de las poblaciones en conflicto en la provincia de Chucuito-Juli, que mantienen inactiva las actividades económicas en perjuicio de ellos mismos? ¿Por qué no generar tecnologías adecuadas para una actividad minera limpia y para reconvertir la producción agropecuaria? La respuesta es simple: se requiere capacitación urgente sobre las normas que afectan la actividad minera limpia, así como la aplicación de tecnologías que permitan una actividad agropecuaria que permita cumplir la función social de la tierra: disminuir el 39 % de la población nacional que se encuentra en estado de pobreza y vulnerabilidad alimentaria (16-05-2011).




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