Bajo este título no escribo para los ojos y oídos hipócritas,
egoístas, individualistas, personalistas, particularistas, ni para ayayeros,
arrastrados, camaleones oportunistas, tránsfugas, ni para esclavos, ni siervos,
ni pongos, neoesclavos con espíritu muerto en vida, ni mucho menos para el
criollo, para el blanco, mestizo, cholaje, huarizo con mentalidad colonialista,
occidcntalistas, extranjerizante, ni para ciudad-anos (perros de la ciudad,
perros callejeros, perros glotones, perros de chacra, perros cancerberos), yo
escribo para los andinos originarios con identidad, con autoestima, auto
concepto como persona de las nacionalidades aymarás, quechuas, amazónicos
"Yo soy como soy". Yo tengo el derecho de decir la verdad en forma
directa, de frente, cara a cara puesto que la verdad es la única cosa sagrada,
la verdad es mi arma como principio ancestral de "Ama Llulla", por
eso debemos decir al pan, pan y al vino, vino. La verdad, que es como un puñal
de acero refulgente, no requiere de ropajes de ninguna clase. Y los andinos
originarios necesitan una verdad de fuego, de llama que arde e incendie la
pradera. Sólo con la verdad podemos sepultar la cavernaria fobia racial contra
los indígenas, contra los andinos originarios de parte del blanco-mestizo, del
criollo achorado, del cholaje servil-neopongo, sin identidad, sin nacionalidad
ni patria ADN, sólo con DN1; por lo que debemos mostrar interés por conocer
nuestro pasado y nuestro presente; y en base a este conocimiento, proyectarnos
hacia el futuro, para construir nuestro destino de bienestar general, por lo
que, nos preguntamos: ¿Tuvieron problemas los andinos originarios, los mal
denominados indios?, ¿Cuándo se arruinó la vida del hombre andino?, ¿Quiénes
crearon los problemas a los andinos originarios?, ¿Quiénes crearon el infierno
para el hombre andino?, ¿Civilizaron o esclavizaron al hombre andino los
occidentales y los criollos?, ¿La historia debe silenciar el crimen y la
explotación brutal que aplastaron al pueblo andino?, ¿La república de los
españoles, la independencia mestiza-criolla, la republiqueta ha solucionado el
problema del poblador del mundo andino, de los andinos originarios? La
ignorancia, y la miopía, ceguera de muchos
"científicos"-historiadores, sociólogos, antropólogos, literatos
colonialistas extranjerizantes, occidentalizados relegaron a los pueblos
andinos a la condición de bestias, primitivos, bárbaros, inhumanos, perros,
indígenas, naturales, aborígenes, nativos, monos peruanos, indio cerdo, indio
bruto, indio de mierda, así los blancos, Karas, mistis han puesto la sarta de
nombres en estos 470 años de esclavizamiento, de dominación, de alienación, de
castración. Los andinos originarios son una raza discriminada, excluida,
marginada, olvidada, sin derechos fundamentales. Sólo sirven para trabajar en
las minas como en "La Boca del Infierno" Potosí, y "El matadero
Público"-Huancavelica. Infierno para los andinos-indios y bendición para
los blancos. España llega a ser tal, gracias a los millones de toneladas de oro
y plata que arrancó desde el inicio con la captura del inca Atahualpa; arranca
no sólo apoderándose de los templos sino empleando miles de millones de andinos
originarios de las nacionalidades aymarás y quechuas-indios mitayos, de los
cuales no quedaban sino montañas de cadáveres y huesos, ríos de sangre.
Terminada
el siglo de la plata aproximadamente hacia 1650, se inicia la formación de las
haciendas coloniales y la concentración de mejores tierras. Se concedían
tierras a los españoles que se avecindaban y fundaban ciudades. Los encomenderos inician, legal o ilcgalmcntc, la formación de propiedades
rurales. Luego a medida que avanza el siglo XVII, el proceso de monopolización de las tierras se vuelve masivo. La
conquista fue, ante todo, una tremenda carnecería y persecución sanguinaria
como la santa inquisición. Los conquistadores españoles, por su escaso número,
no podían imponer su dominio sino aterrorizando a la población andina, en la
cual produjeron una impresión supersticiosa las armas y los caballos de los
invasores, mirados como seres sobrenaturales. La organización política,
económica y social de la colonia, que siguió a la conquista, no puso fin al exterminio
de los andinos originarios. Aún más el virreinato estableció un régimen de
brutal explotación. La revolución de la independencia no constituyó un
movimiento andino originario, la promovieron y usufructuaron los criollos, los
blancos, los misitas, los k'aras de la colonia, pero aprovechó la
participación, el apoyo de la masa indígena, les ha utilizado en su beneficio,
las utilizó como carne de cañón. Las guerras, las campañas de la independencia,
volvieron a empujar al pueblo fundamentalmente a los andinos originarios a los
campos de la muerte y dejaron como secuela otro capítulo de desengaño,
desilusión, desencanto, decepción. La República criolla, mestiza no logró
superar las formas íntimas de la colonia, la aristocracia latifundista de la
colonia, dueña del poder, conservó intactos sus derechos feudales sobre la
tierra y, por consiguiente sobre el indio. La república ha pauperizado, ha
empobrecido más a los andinos originarios, ha agravado, ha acrecentado su
depresión y ha exasperado su miseria. La república ha significado para los
indios la ascensión de una nueva clase dominante que se ha apropiado
sistemáticamente de sus tierras y los recursos naturales. Bajo la república la
servidumbre del indio, no se ha eliminado, ni siquiera ha disminuido. La
república, además, es responsable de haber aletargado adormecido, y debilitado,
desfallecido las energías de la raza indígena. El caudillismo militar, que hizo
del Perú un feudo de la oligarquía y de la burguesía enclenque. La causa de la
redención, rescate del indio se convirtió bajo la república, en una utopía, en
una especulación demagógica de algunos caudillos. Los partidos criollos la
inscribieron en su programa para utilizarlos en los momentos electorales, para
que puedan votar por ellos, nos llaman hermanos "campesinos" de
diente para afuera; es sincero el "hermano campesino" en los labios
del criollo, del blanco, del misti, del kára, del cholaje politiqueros, y por
qué puede transformarse el desprecio en respeto; y el odio en amor. No. No
puede haber sinceridad. Porque en los hechos, en la práctica el indio es indio,
para los blancos, mistis, k'aras. Disminuyeron así en los indios la voluntad de
luchar por sus reivindicaciones, más aún cuando sus luchas, sus movilizaciones
reivindicativas son criminalizadas, son numerosas las expresiones sociales y
políticas que han sido objeto de violaciones, infracciones y conculcación de
los derechos colectivos. Nuestra república está construida sobre modelo de
dominación, exclusión, marginación, olvido y opresión que vulneran los derechos
humanos de las grandes mayorías. Sólo el general Juan Velasco Alvafado como
gobierno revolucionario el 24 de junio de 1969 da la Ley de Reforma Agraria
17716 "Este es un día histórico... desde hoy en adelante el campesino no
será más el paria ni el desheredado que vivió en la pobreza desde la cuna a la
tumba y que miró impotente un porvenir igualmente sombrío para sus hijos"
¡hermano campesino el patrón ya no comerá más de tu pobreza! El neoliberalismo
globalizante, individualista por definición, agudiza este fenómeno al generar
la ruptura de los lazos de solidaridad, cooperación y reciprocidad entre las
personas. Esta política de los gobiernos de turno hacen del indígena un ser
sumiso, manipulable, obediente, manejable, sometido, rendido, callado,
silenciado, más aún dividido, desorganizado que sólo espera recibir alguito del
papá gobierno con su política de chorreo económico, don programas
sociales-populistas tratan de engatusar, de callar a los andinos originarios
desunidos, sin conciencia. El dicho popular dice: "Divide y
reinarás", eso es lo que hacen los blancos, mistis, cholos
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