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viernes, 23 de noviembre de 2012

Bajo el Problema del indio

Por: Dr. Leandro Chambilla

Bajo este título no escribo para los ojos y oídos hipócritas, egoístas, individualistas, personalistas, particularistas, ni para ayayeros, arrastrados, camaleones oportunistas, tránsfugas, ni para esclavos, ni siervos, ni pongos, neoesclavos con espíritu muerto en vida, ni mucho menos para el criollo, para el blanco, mestizo, cholaje, huarizo con mentalidad colonialista, occidcntalistas, extranjerizante, ni para ciudad-anos (perros de la ciudad, perros callejeros, perros glotones, perros de chacra, perros cancerberos), yo escribo para los andinos originarios con identidad, con autoestima, auto concepto como persona de las nacionalidades aymarás, quechuas, amazónicos "Yo soy como soy". Yo tengo el derecho de decir la verdad en forma directa, de frente, cara a cara puesto que la verdad es la única cosa sagrada, la verdad es mi arma como principio ancestral de "Ama Llulla", por eso debemos decir al pan, pan y al vino, vino. La verdad, que es como un puñal de acero refulgente, no requiere de ropajes de ninguna clase. Y los andinos originarios necesitan una verdad de fuego, de llama que arde e incendie la pradera. Sólo con la verdad podemos sepultar la cavernaria fobia racial contra los indígenas, contra los andinos originarios de parte del blanco-mestizo, del criollo achorado, del cholaje servil-neopongo, sin identidad, sin nacionalidad ni patria ADN, sólo con DN1; por lo que debemos mostrar interés por conocer nuestro pasado y nuestro presente; y en base a este conocimiento, proyectarnos hacia el futuro, para construir nuestro destino de bienestar general, por lo que, nos preguntamos: ¿Tuvieron problemas los andinos originarios, los mal denominados indios?, ¿Cuándo se arruinó la vida del hombre andino?, ¿Quiénes crearon los problemas a los andinos originarios?, ¿Quiénes crearon el infierno para el hombre andino?, ¿Civilizaron o esclavizaron al hombre andino los occidentales y los criollos?, ¿La historia debe silenciar el crimen y la explotación brutal que aplastaron al pueblo andino?, ¿La república de los españoles, la independencia mestiza-criolla, la republiqueta ha solucionado el problema del poblador del mundo andino, de los andinos originarios? La ignorancia, y la miopía, ceguera de muchos "científicos"-historiadores, sociólogos, antropólogos, literatos colonialistas extranjerizantes, occidentalizados relegaron a los pueblos andinos a la condición de bestias, primitivos, bárbaros, inhumanos, perros, indígenas, naturales, aborígenes, nativos, monos peruanos, indio cerdo, indio bruto, indio de mierda, así los blancos, Karas, mistis han puesto la sarta de nombres en estos 470 años de esclavizamiento, de dominación, de alienación, de castración. Los andinos originarios son una raza discriminada, excluida, marginada, olvidada, sin derechos fundamentales. Sólo sirven para trabajar en las minas como en "La Boca del Infierno" Potosí, y "El matadero Público"-Huancavelica. Infierno para los andinos-indios y bendición para los blancos. España llega a ser tal, gracias a los millones de toneladas de oro y plata que arrancó desde el inicio con la captura del inca Atahualpa; arranca no sólo apoderándose de los templos sino empleando miles de millones de andinos originarios de las nacionalidades aymarás y quechuas-indios mitayos, de los cuales no quedaban sino montañas de cadáveres y huesos, ríos de sangre.

Terminada el siglo de la plata aproximadamente hacia 1650, se inicia la formación de las haciendas coloniales y la concentración de mejores tierras. Se concedían tierras a los españoles que se avecindaban y fundaban ciudades. Los encomenderos inician, legal o ilcgalmcntc, la formación de propiedades rurales. Luego a medida que avanza el siglo XVII, el proceso de monopolización de las tierras se vuelve masivo. La conquista fue, ante todo, una tremenda carnecería y persecución sanguinaria como la santa inquisición. Los conquistadores españoles, por su escaso número, no podían imponer su dominio sino aterrorizando a la población andina, en la cual produjeron una impresión supersticiosa las armas y los caballos de los invasores, mirados como seres sobrenaturales. La organización política, económica y social de la colonia, que siguió a la conquista, no puso fin al exterminio de los andinos originarios. Aún más el virreinato estableció un régimen de brutal explotación. La revolución de la independencia no constituyó un movimiento andino originario, la promovieron y usufructuaron los criollos, los blancos, los misitas, los k'aras de la colonia, pero aprovechó la participación, el apoyo de la masa indígena, les ha utilizado en su beneficio, las utilizó como carne de cañón. Las guerras, las campañas de la independencia, volvieron a empujar al pueblo fundamentalmente a los andinos originarios a los campos de la muerte y dejaron como secuela otro capítulo de desengaño, desilusión, desencanto, decepción. La República criolla, mestiza no logró superar las formas íntimas de la colonia, la aristocracia latifundista de la colonia, dueña del poder, conservó intactos sus derechos feudales sobre la tierra y, por consiguiente sobre el indio. La república ha pauperizado, ha empobrecido más a los andinos originarios, ha agravado, ha acrecentado su depresión y ha exasperado su miseria. La república ha significado para los indios la ascensión de una nueva clase dominante que se ha apropiado sistemáticamente de sus tierras y los recursos naturales. Bajo la república la servidumbre del indio, no se ha eliminado, ni siquiera ha disminuido. La república, además, es responsable de haber aletargado adormecido, y debilitado, desfallecido las energías de la raza indígena. El caudillismo militar, que hizo del Perú un feudo de la oligarquía y de la burguesía enclenque. La causa de la redención, rescate del indio se convirtió bajo la república, en una utopía, en una especulación demagógica de algunos caudillos. Los partidos criollos la inscribieron en su programa para utilizarlos en los momentos electorales, para que puedan votar por ellos, nos llaman hermanos "campesinos" de diente para afuera; es sincero el "hermano campesino" en los labios del criollo, del blanco, del misti, del kára, del cholaje politiqueros, y por qué puede transformarse el desprecio en respeto; y el odio en amor. No. No puede haber sinceridad. Porque en los hechos, en la práctica el indio es indio, para los blancos, mistis, k'aras. Disminuyeron así en los indios la voluntad de luchar por sus reivindicaciones, más aún cuando sus luchas, sus movilizaciones reivindicativas son criminalizadas, son numerosas las expresiones sociales y políticas que han sido objeto de violaciones, infracciones y conculcación de los derechos colectivos. Nuestra república está construida sobre modelo de dominación, exclusión, marginación, olvido y opresión que vulneran los derechos humanos de las grandes mayorías. Sólo el general Juan Velasco Alvafado como gobierno revolucionario el 24 de junio de 1969 da la Ley de Reforma Agraria 17716 "Este es un día histórico... desde hoy en adelante el campesino no será más el paria ni el desheredado que vivió en la pobreza desde la cuna a la tumba y que miró impotente un porvenir igualmente sombrío para sus hijos" ¡hermano campesino el patrón ya no comerá más de tu pobreza! El neoliberalismo globalizante, individualista por definición, agudiza este fenómeno al generar la ruptura de los lazos de solidaridad, cooperación y reciprocidad entre las personas. Esta política de los gobiernos de turno hacen del indígena un ser sumiso, manipulable, obediente, manejable, sometido, rendido, callado, silenciado, más aún dividido, desorganizado que sólo espera recibir alguito del papá gobierno con su política de chorreo económico, don programas sociales-populistas tratan de engatusar, de callar a los andinos originarios desunidos, sin conciencia. El dicho popular dice: "Divide y reinarás", eso es lo que hacen los blancos, mistis, cholos

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