Recursos, son los elementos que representan la
riqueza o la potencia de una nación (Diccionario Larousse). En el convenio 169
sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, parte ll-tierras,
artículo 15 (1) los derechos de los pueblos interesados a los recursos
naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente. Estos
derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización,
administración y conservación de dichos recursos. Sin embargo (Richards, 2002.
Desarrollo sustentable y la industria minera (traducido por V. Maksaev),
sostiene que en los países desarrollados sé ha creado la imagen dé la minería
como una industria "sucia" y el concepto que el desarrollo
sustentable es incompatible con la minería, por lo que habría que eliminarla
como actividad económica. El autor argumenta que no es viable restringir la
actividad minera en consideración que se predice que la población mundial
alcanzará a 9 mil millones para el año 2050, por lo que la minería tiene que
expandirse para apoyar el crecimiento de la población. Debe haber un balance
entre el impacto ambiental y la capacidad del planeta para acomodar el cambio;
en otras palabras no debe dejar de haber labores extractivas.
Sustentabilidad social: Relación de
minería con comunidades.- Oportunidades para representantes de comunidades
planteen sus puntos de vista en la planificación.- Ambientalistas no siempre
protegen los intereses de las comunidades.- Compensación por el uso de la
tierra.
Sustentabilidad económica: Antes la
única consideración era si el producto minero podía venderse con beneficio
económico.- La rentabilidad sigue siendo, con derecho, el objetivo de las empresas
mineras, pero deben considerar el aspecto ambiental.- Avances tecnológicos en
hidrometalurgia y biotecnológicos no producen emisiones de azufre o ácido y en
algunos casos son más baratos.- La reclamación de terrenos explotados puede
generar ganancias en usos recreativos, ambientales o industriales.
Sustentabilidad ambiental: Los
geólogos son en general naturalistas y preocupados por el medio ambiente.- Las
minas modernas y bien manejadas tienen un impacto extremadamente bajo.- La
percepción pública es que la minería es una industria sucia.- El impacto parte
desde la exploración, explotación y reclamación.- Impacto visual.- Desafío
tecnológico: manejo de desechos mineros, relaves, desmontes, aguas
industriales.- Autorregulación de la industria.
Barrera para inversión minera: Riesgo
ambiental: este constituye una barrera importante para la inversión en minería
(apertura y cierre de operaciones).- Las condicionantes ambientales (leyes)
impuestas en las últimas décadas en EEUU y Canadá hacen muy difícil, en la
actualidad, abrir una nueva mina.- Presión de ambientalistas en contra de la
minería y por incremento del reciclaje.-Comunidades locales y derechos
indígenas.
Desarrollo sustentable: Lograr las
necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de generaciones
futuras para lograr sus propias necesidades.- Crecimiento económico sin dañar
el medio ambiente, ni afectar las necesidades de generaciones futuras.- Es la
única alternativa planteada por la Comisión Mundial del Medio Ambiente, al
considerar que la producción de bienes en el mundo, en 1987, era siete veces
mayor que en 1950.
En el Perú, hay ejemplos de actividad minera
limpia, compatible con las actividades agropecuarias y el desarrollo económico.
Antamina, cuenta con un sistema de captación hídrica que le permite colectar
aguas de lluvia en las partes altas de las cuencas de "Ayash" y
"Pampa Moruna" y, luego de su uso y tratamiento, devolverlas hacia la
comunidad para diversos fines. Este sistema permite conducir hasta 10 metros
cúbicos por segundo durante la época de lluvias y, durante el período de secas
o estiaje, Antamina cumple con entregar a la cuenca de "Ayash", 150
litros por segundo, como caudal ecológico. En las instalaciones de Antamina, el
95-97 % del agua se recircula desde la presa de relaves hacia la concentradora,
como agua de proceso. Esto evita la contaminación del recurso hídrico para
labores de molienda. Tan solo un promedio de 50 litros de agua fresca es
empleada para el procesamiento de una tonelada de mineral cobre y zinc. No se
extrae agua de pozos, ríos o lagunas, asegurando que los cuerpos hídricos
naturales queden íntegramente a disposición de las comunidades. El agua potable
para los campamentos y oficinas de la empresa, proviene de un reservorio y es
también utilizado para la supresión de polvo en las carreteras y caminos de la
mina. El agua tratada sirve para irrigar hasta 174 hectáreas de un bosque
cultivado con acacias, eucaliptos, sapotes, paloverdes, huarangos y algarrobos
(Revista Agronoticias, marzo 2009).
Ante la pregunta, Perú ¿país agrario o
minero?, lo cierto es que el agro y la minería siempre han ido de la mano en
nuestro suelo, aunque con distintas prioridades y roles, sea en el incanato, la
colonia y la república. Ambas actividades son primarias por constituir, cada
una, el primer eslabón de la explotación de los recursos naturales. Pero el
agro ha sido, es y será socialmente importante, tanto por responder a la
primera necesidad del hombre, cual es la alimentación, como por ser una
actividad productiva inagotable; en tanto que la minería es extractiva y, por
ende, perecedera. Sin embargo, en los últimos años, la expansión económica ha
hecho variar el impacto de la minería en el marco general. Por ejemplo, hay
proyectos de inversión mineros para los próximos 10 años por 47,000 millones de
dólares. En cambio, no hay nada parecido para el agro. En ese mismo período, el
sector agrario podría atraer 8,000 millones de dólares, si se concretara la
expectativa de incorporar otras 100,000 hectáreas a la agroexportación o la
agroindustria moderna. La participación sectorial en el PBI nacional para el
agro, años 1991, 2001 y 2008, es 7.2, 6.8 y 5.9 y, para la minería, 4.0, 4.9 y
10.4, respectivamente. Como es obvio, esto no significa negar que la minería
sea, en la actualidad, el sector que genera mayores ingresos monetarios para el
país y, en consecuencia, uno de los principales soportes de la modernización
(de Perú: ¿País agrario o minero?, Ing. Eco. Juan José Vera del Carpió,
Agronoticias, setiembre 2010).
Por otro lado, una nueva crisis alimentaria
internacional vuelve a asomarse. Según los expertos, ella sería peor que la de
los años 2007 y 2008, porque las causas que entonces generaron la disparada de
precios se han agravado, ahora por el mayor impacto del calentamiento global y
los cambios climáticos sobre los sistemas de producción (inundaciones, sequías,
heladas extremas, por ejemplo), así como por el creciente proceso de
concentración de tierras a favor de monocultivos industriales en la costa y,
caso irónico, se importan alimentos por alrededor del 37 y 40 %, constituyendo
un atentado a la seguridad alimentaria. Entonces, ¿Por qué no utilizar la
minería para desarrollar el agro? ¿Cuál es la propuesta alternativa ante la no
explotación de los recursos mineros de las poblaciones en conflicto en la
provincia de Chucuito-Juli, que mantienen inactiva las actividades económicas
en perjuicio de ellos mismos? ¿Por qué no generar tecnologías adecuadas para
una actividad minera limpia y para reconvertir la producción agropecuaria? La
respuesta es simple: se requiere capacitación urgente sobre las normas que
afectan la actividad minera limpia, así como la aplicación de tecnologías que
permitan una actividad agropecuaria que permita cumplir la función social de la
tierra: disminuir el 39 % de la población nacional que se encuentra en estado
de pobreza y vulnerabilidad alimentaria (16-05-2011).